Cáritas presentó, el pasado 19 de junio, la campaña de temporeros 2023 con el lema Vivienda y trabajo.
Con esta campaña se pretende «abrir una reflexión sobre el sentido de la vivienda para todos y las dificultades que encuentran los temporeros en el acceso a la vivienda, para proponer medidas que favorezcan la mejora de las condiciones de vida de los temporeros».
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En la rueda de prensa intervinieron Natalia Moreno, técnico de Empleo; Carmen Ruiz, coordinadora de Empleo, y Aliu Mané, temporero residente en Tomelloso.
Moreno explicó que la «campaña pretende abrir una reflexión sobre el sentido de la vivienda para todos y las dificultades que encuentran los temporeros en el acceso a la vivienda». Tal y como informó, el pasado año atendieron a 676 personas, de las que 224 se encontraban viviendo en condiciones de hacinamiento, con viviendas precarias, realquiladas o, incluso, en vehículos.
«Estas situaciones tienen impacto en las condiciones de vida de las personas, ya que la vivienda supone una influencia directa en la identidad de la persona, en sus relaciones sociales, en el trabajo digno, en un buen descanso o en las condiciones higiénicas para el cuidado personal», denunció Natalia Moreno.
Por otro lado, «la segunda rama de la campaña es el empleo», que es el objetivo de los temporeros que vienen a las poblaciones de la provincia: «Son múltiples las vulneraciones de sus derechos que seguimos encontrando en las personas que acompañamos. Consideramos muy importante seguir incidiendo en las buenas prácticas y que los agricultores y empresas relacionadas con el sector utilicen el servicio de intermediación laboral para campañas agrícolas».
Servicio de intermediación laboral
Por su parte, Carmen Ruiz, coordinadora de Empleo de Cáritas Diocesana, explicó servicio de intermediación laboral para las campañas agrícolas en Cáritas Diocesana de Ciudad Real con el que se trabaja desde 2016: «Este servicio se desarrolla principalmente en las localidades de Tomelloso y Ciudad Real. Estamos constituidos como Agencia de Colocación, aunque el servicio sí que se extiende a las Cáritas parroquiales e interparroquiales que trabajan con temporeros».
Las personas que se atienden con este servicio tienen que cumplir unos requisitos mínimos, como encontrarse en situación administrativa regular. El pasado año, acompañaron a 109 personas, de las cuales 106 eran hombres y tres mujeres. El 99 % eran inmigrantes. Se recibieron 22 ofertas de empleo, consiguiendo trabajo a 11 personas.
El trabajo se desarrolla, como siempre, en dos líneas. Por un lado, ayudar a los temporeros a encontrar un trabajo digno, teniendo en cuenta la normativa legal vigente y el convenio del campo de la provincia de Ciudad Real. Y, por otro lado, sensibilizar a las empresas agrícolas ofreciendo la intermediación laboral como medio para cubrir los puestos de trabajo que se necesiten.
En último lugar intervino Aliu Mané, temporero que reside actualmente en Tomelloso. Agradeció a Cáritas la ayuda que le brindó y que le permite actualmente tener una vivienda digna y trabajo.